lunes, 5 de marzo de 2012

El cuento fantástico: otra manera de inquietar

El cigarrillo

El nuevo cigarrero del zaguán -flaco, astuto- lo miró burlonamente al venderle el atado.
Juan entró en su cuarto, se tendió en la cama para descansar en la oscuridad y encendió en la boca un cigarrillo.
Se sintió furiosamente chupado. No pudo resistir. El cigarro lo fue fumando con violencia; y lanzaba espantosas bocanadas de pedazos de hombre convertidos en humo.
Encima de la cama el cuerpo se le fue desmoronando en cenizas, desde los pies, mientras la habitación se llenaba de nubes violáceas.

(zaguán: pasillo de entrada a una vivienda)
(atado: paquete de cigarrillos)
Enrique Anderson Imbert

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2 comentarios:

  1. que el cigarrero puede ser un mago que intentaba que la gente no fumara,entonces lo haría matando a gente con sus super cigarros.
    Lo hemos leído 3 veces creemos que no es fácil de pensar pero fácil de lograr.
    No porque no tiene nada de terror.
    Pol Egido y Xavi Lieto

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  2. Supongo que es una forma de convencer a la gente que fuma para que lo deje,como han dicho Pol y Xavi.Lo he leído unas 3 o 4 veces,y me lo he intentado imaginar,pero realmente no me he asustado.La verdad es que como cuanto,no me ha gustado mucho porque no da miedo,ni es de suspense y es demasiado corto.Yo le vería mas salida como un anuncio para que la gente dejara el tabaco.

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